Técnicas Ultrasonidos

Son sonidos no audibles que generan una presión sobre los tejidos blandos y producen con ello también calor local.

El aparato consta de un cabezal unido por un cable al aparato emisor. Se requiere la utilización de gel conductor para poner en contacto el cabezal con el cuerpo, porque los ultrasonidos no penetrarían la piel si se aplicaran directamente. El gel de ultrasonidos tiene únicamente una función conductora, no produce efecto (no es una pomada analgésica o antiinflamatoria, como me han preguntado a veces los pacientes). No obstante, se pueden utilizar pomadas con estos efectos -para aliviar el dolor o la inflamación- para poner en contacto el cabezal con la piel (la pomada haría la función conductora del gel de ultrasonidos).

Efectos
  • Reducción del dolor.
  • Efecto antiálgico y espasmolítico.
  • Se reabsorben los hematomas, desapareciendo en menor tiempo.
  • Favorece la estimulación de la circulación sanguínea por vasodilatación.
  • Relajación muscular.
  • Incremento de la flexibilidad de los tejidos ricos en colágeno, con disminución de la rigidez articular y de la contractura
  • Efectos sobre nervios periféricos, aumentando o disminuyendo la velocidad de conducción de estos.
Indicaciones
  • Trastornos osteomioarticulares, fundamentalmente traumáticos y degenerativos, retracciones musculares, fibrosis músculo-tendinosas, y puntos gatillo de dolor.
  • Lesiones de nervios periféricos
  • Trastornos circulatorios, en casos de éxtasis circulatorios y colecciones líquidas crónicas, como hematomas, fibrohematomas, etc.
  • Trastornos dermatológicos subagudos, crónicos, fibrosis y trastornos de la cicatrización.
  • Trastornos de órganos internos y estomatológicos.
Contraindicaciones
  • Ojos: Cavitación de medios líquidos y lesiones irreversibles.
  • Corazón.
  • Utero grávido: por cavitación del líquido amniótico, malformaciones por la hipertermia.
  • Placas epifisiarias.
  • Cerebro.
  • Testículos.
Esta técnica está disponible en los siguientes centros: